La inteligencia no es solamente saber resolver problemas matemáticos o haber sacado buenas calificaciones en la universidad. Un aspecto subestimado de la inteligencia es la parte emocional, el saber interpretar señales sociales para saber qué decir y qué callar.
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Si eres emocionalmente inteligente, jamás dirás estas frases:
- Te ves bien para tu edad: Es innecesario mencionar lo que interpretas como un “defecto” cuando estás elogiando a alguien. No tienes que decirle a las personas que piensas que la vejez es fea cuando estás dándoles un cumplido.
- No puedo hacerlo: Cada vez que dices esto, automáticamente tomas una actitud derrotista y fracasada que afecta tu autoestima y también tu confianza en tus habilidades.
- He hecho todo yo solo y vencí: Aún cuando todo el esfuerzo lo hayas hecho solo, es probable que a lo largo de tu vida hayas tenido apoyo. Incluso en el camino para lograr tus objetivos, tuviste personas que te apoyaron, aprende a ser agradecido con ellas.
- Esto es injusto: Antes de llorar por una injusticia, pregúntate qué pudiste haber hecho diferente.
- Tal vez estoy siendo ofensivo, pero…: Si sabes que vas a ser ofensivo, mejor quédate callado. No todo lo que pasa por tu mente tiene que ser dicho, y mucho menos si no estás seguro de que vas a herir a otro ser humano.
- Te lo dije: Nadie quiere escuchar esto cuando está recuperándose de un error. Practica la empatía e intenta dejar de decir esto.
- Estás exagerando: Cuando alguien te está contando un problema, es porque para ellos es importante. Evita hacerlos sentir como que no los tomas en serio desestimando sus sentimientos o sus problemas. Tal vez sí están exagerando, pero tal vez esa no es la manera ni el momento de hacérselos saber.
